jueves, 8 de mayo de 2008

Hay tiempo para epopeyas

Delirio. Festejo de Gonzalo Bergessio y Andrés Silvera del 1-2 parcial. (Fuente www.goal.com)

San Lorenzo empató con River 2 a 2 con goles de Gonzalo Bergessio en dos ocasiones para el “Ciclón” y de Matías Abelairas y Sebastián Abreú para el “Millonario”, en el partido de vuelta de la Copa Libertadores que otorgaba una plaza para disputar los cuartos de final contra la Liga de Quito, el próximo jueves.

El partido comenzó con una tónica muy previsible. River, habiendo perdido el primer cotejo por 2 a 1, salió decidido a atacar y llevarse por delante al conjunto azulgrana. Sin embargo, los primeros minutos los manejó Andrés D’Alessandro, quien había sido abucheado por su propia hinchada en el encuentro contra River por el Torneo Clausura en la tercera fecha, ahora era el eje del equipo. La primera situación llegó a los 7 minutos con un remate del cabezón, que mandó al córner Juan Pablo Carrizo. Unos minutos después, una jugada en donde participó Abreu y Radamel Falcao le daba el desnivel al encuentro pero el uruguayo estaba en offside, según el asistente Maidana.

Cuando San Lorenzo y River estaban disputando un encuentro parejo llegó el gol. A los 11 minutos del primer tiempo, un centro tirado desde la izquierda por Abelairas con mucha rosca que Falcao no llega a tocar pero que sirvió para confundir a Agustín Orión, quien no pudó retener la pelota le servía para decretar el 1-0 parcial para el local. El Monumental era un delirio. River ya había conseguido lo que había ido a buscar, ese gol que le dé la tranquilidad para manejar el partido y la clasificación.

El cotejo continuaba con mucha fricción, el famoso “tole tole” se produjo minutos después cuando Falcao “atendió” a Sebastián Méndez y todos los jugadores comenzaron a empujarse pero Sergio Pezzota, de desastrozo arbitraje (una vez más), resolvió sacarle una amarilla a Orión, medida injusta que permitió que varios jugadores jueguen “gratis” y no sean amonestados. Los nervios, la tensión y muchos manotazos se hacían presentes por lo que se jugaban ambos equipos.

Cuando ya se terminaba el primer tiempo, jugado más con las piernas que con la cabeza, Diego Rivero se hace echar infantilmente por doble amarilla. El mediocampista de Boedo, dejaba a su equipo con uno menos y con un resultado para revertir en el Monumental. El panorama era negro para el Ciclón.

El segundo tiempo comenzó parejo. Sin embargo, River era claro dominador. Si bien no generaba peligro, la tenencia de pelota era suya. A los 17 minutos se hace echar, al igual que Rivero, Jonathan Botinelli, en una jugada extraña donde el defesor le había ganado la posición al “Tigre” Falcao y le metió un codazo directo al mentón. KO para San Lorenzo. Penal para River y expulsión para Botinelli. El encargado de agarrar la pelota en un momento tenso para patear desde los 12 pasos sería Abreu, quien jugó en San Lorenzo, convirtió con un remate al medio del arco que Orión no llegó a sacar. Dos goles abajo y dos hombres menos. Clasificación asegurada, cantos, delirio millonario, ese era el panorama que se respiraba en el Monumental.

Sin embargo, los milagros existen gracias al fútbol. A los 21 minutos luego de un pase de Diego Placente, Gonzalo Bergessio definió con un zurdazo potente al ángulo de Carrizo que nada pudo hacer. El resultado ahora estaba abierto, los de “Boedo” se aseguraban los penales. Sin embargo, San Lorenzo fue por más y obtuvo su merecido premio tres minutos más tarde. Centro de Andrés D’Alessandro, anticipo de Bergessio y con un cabezazo produce el empate que fue festejado con alma y vida al igual por el pueblo azulgrana. Un 2-2 inesperado. Inédito. Inexplicable.

El Ciclón empezó a replegarse atrás porque ahora River tenía que hacer dos goles más para pasar a los cuartos. Pero, la hazaña ya estaba escrita. River no tuvo ideas. A pesar de que Mauro Rosales se perdió dos goles hechos, nadie del millonario quería hacerse cargo de la responsabilidad de tener la pelota en sus pies. Sobre el final del partido, Eduardo Tuzzio se fue expulsado por derribar a Juan Manuel Torres que se iba sólo para el 3-2. Pero el resultado se quedó en un empate en dos que le dio la clasificación a San Lorenzo que, sin dudas, ha hecho historia e hizo recordar al resultado que Peñarol le revirtió en el 66, cuando River ganaba por 2 a 0 y el conjunto uruguayo le convirtió cuatro goles en el segundo tiempo, dándole el apodo de "gallina" que se hizo presente ayer.

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